Se encontraba sola en casa, como muchas otras noches sin sus padres. Eran las 12:00 cuando decide ir a dormir, se iba a levantar del sofá y sonó la puerta, seguro son mamá y papá pensó... mas no era nadie. Subiendo las escaleras escucho otra vez la puerta, regreso pero ya no abrió. Cuando estaba a punto de abrir, tocaron atrás, asustada subió las escaleras a su habitación. A punto de dormir empezaron a escucharse sonidos extraños abajo, que poco a poco se convirtieron en gritos escalofriantes, paralizada del miedo se cubrió con su manta y esperó dormir. De pronto todos los ruidos cesaron, mientras se escuchaba el ruido de la escalera al pisar la madera y su puerta abriéndose. Cuando el papa la destapa, preguntándole que había pasado, le cuenta la historia, "Papa" cerrando la puerta le dice: -tranquila seguiremos gritando-.