Nos hemos topado en mis sueños, iguales pero separados por una sombra, que marca el bien y el mal partidos a la mitad. Yo no lo veo, pero los demás lo sientes y lo miran. Su presencia se ve en mi ausencia, mostrando su maldad detrás de un rostro que de el nunca será. Sin percatarme lastima, haciendo daño a los que en mi corazón tienen un espacio.