Sabíamos lo que hacíamos, a esa casa pocos entraban sin sentir miedo. Pasó años habitada por un viejo que no salía hasta el anochecer, desde el portal de la casa te miraba pasar, sintiendo su mirada en ti pasabas sin voltear. Un día no salió más, las autoridades buscaron un cuerpo sin vida que nunca encontraron, de aquel viejo pocos se acuerdan sin recordar el miedo que sentías al pasar.
Decidimos entrar solo por curiosidad, recordando las historias que contaban de aquel lugar, al cual nunca pensábamos entrar pero una apuesta se cruzó al pasar. Parecía abandonada, años tenían sin entrar, 30 minutos pasaron y sin luz nos quedamos. Mis amigos se alejaron y sólo me dejaron, la luz del celular me acompañaba por aquel lugar.
Un sentimiento de terror recorrió mi cuerpo al escuchar gritos, corrí buscando la salida esperando encontrar a mis amigos pero solo me quede en aquella entrada sin luz, cuando al sentir una mano en mi hombro y escuchar una voz en mi espalda que dijo.
-Tus amigos te han dejado y solo te has quedado, acompáñame al patio para verlos pasar-
Mi cuerpo paralizado se quedó, al voltear y ver al viejo un grito exclamó, corrí para salir esperando encontrar la puerta abierta que dejamos al llegar. Salí temblando, mis amigos esperándome afuera se asustaron cuando llegue, les conté y nos fuimos.
A ese lugar jamás volveré , aquel viejo seguirá sentado en aquel portal y, al anochecer del día te mirara al pasar.