Orion

A distancia no miro, solo dos personas que se alejan y sus caminos se separan por su voz, escandalosa y sin sentido, su furia no es mejor que su perdón. Perdonar es una opción que a  distancia no puede ver, dejarla partir, lo llevara a sufrir.

No sabia que hacer, el tiempo pasaba y yo no avanzaba, mi mente y mis pensamientos, perdidos en mi próxima decisión estaban.  ¿Que haré?, pensé, ¿a donde llegaré y si avanzare?. Por el camino que hoy me encuentro no avanzó , tengo miedo de desviarme por el camino andado, todos aconsejan que es el mejor. Para mi todas las desviaciones son mejor que seguir un camino que por otro ya fue transitado. 

Lo escuchaba, una risa escalofriante. Me encerraba en el armario cuando llegaba. En el pocos creían pero yo lo veía, algunas noches a mi casa llegaba cuando mis padres se ausentaron. Encerrado en el armario, escuchando como detrás de la puerta de mi habitación corrían y reían. Temblando en aquel armario con el corazón a tope, las risas pararon, cuando toco la puerta de mi habitación y dijo. -TOC TOC, sal para jugar- Abriéndose la puerta de mi habitación y no entro nada. Detrás de mi, en aquel armario oscuro, una respiración fría sentí y solo dijo después de las risas. -Te he encontrado al fin-

Sabíamos lo que hacíamos, a esa casa pocos entraban sin sentir miedo. Pasó años habitada por un viejo que no salía hasta el anochecer, desde el portal de la casa te miraba pasar, sintiendo su mirada en ti pasabas sin voltear. Un día no salió más, las autoridades buscaron un cuerpo sin vida que nunca encontraron, de aquel viejo pocos se acuerdan sin recordar el miedo que sentías al pasar.  Decidimos entrar solo por curiosidad, recordando las historias que contaban de aquel lugar, al cual nunca pensábamos entrar pero una apuesta se cruzó al pasar. Parecía abandonada, años tenían sin entrar, 30 minutos pasaron y sin luz nos quedamos. Mis amigos se alejaron y sólo me dejaron, la luz del celular me acompañaba por aquel lugar.  Un sentimiento de terror recorrió mi cuerpo al escuchar gritos, corrí buscando la salida esperando encontrar a mis amigos  pero solo me quede en aquella entrada sin luz, cuando al sentir una mano en mi hombro y escuchar una voz en mi espal...

Mi reflejo parecía y se reía, a través del espejo sonreía y un terrible rostro tenia, aparecía en el espejo, sus uñas largas y  su rostro miraba. Parecía que quería salir pero no podía, atrapado se encontraba en aquel espejo viejo que en mi casa estaba, muchos  años antes de llegar. 

Te escribo a ti, imaginario y desconocido, en mi mente siempre estas y no dejo de pensar en si llegaras. Son muchos los que te consideran inalcanzable, bueno o malo se que llegaras y me mostraras lo que esta por llegar. Atte. El presente

No me puedo mover, pero estoy de pie.  No puedo hablar, pero mi mente no deja de pensar. No puedo escuchar y no me deja de hablar, la voz que en mi cabeza  está.

Cierro los ojos y al abrirlos te miro, tu sonrisa todos los días me alegra.  Rápido te vas, pero llegarás, al girar  el reloj me despertaras y después de verte te iras. 

Me lleno de luz en la oscuridad de  la noche, muchas veces me encuentro en la oscuridad con más luz que en el renacer del día.  La oscuridad me da  luz que en mis letras plasmó todas las noches, el silencio sin ruido lo acompaña siempre.  En ocasiones no llega al oscurecer pero al renacer la he de ver, en mi siempre esta y no me abandonara.