Cruzando aquel lugar estaba en medio de paredes altas, lo sombrío quedaba abajo. Tenía que pasarlo pero no me atrevía, muchas eran las historias que temía. Aquel callejón poco transitado todo el mundo decía: -cruza y no mires atrás, que algo de tras de ti siempre estará esperando que voltees para saludar y hacer tiempo para que los otros lleguen-. Corren te queda, así que empieza.
Un espacio para escribir grandes historias